La Diputación de Zaragoza inaugura la nueva exposición del Centro de Arte y Exposiciones de Ejea de los Caballeros
La exposición Alejandro Azón Ballarín. Caminar y el Objeto Encontrado, que se inaugura en el CAEE el jueves 24 de octubre a las 19:30, propone un acercamiento a los últimos proyectos y obras del artista plástico aragonés Alejandro Azón Ballarín (Zaragoza, 1984), que giran en torno a su inquietud por caminar a través de paisajes creados o alterados por la mano del ser humano bajo una singular mirada antropológica.
Alejandro Azón estudió bachillerato en la Escuela de Arte de Zaragoza, donde obtuvo una beca del Programa Sócrates para ampliar su formación artística en la Scuola del Libro di Urbino (Italia). Se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y disfrutó de una beca Erasmus en la Accademia di Belle Arti di Bologna (Italia). Cursó el doctorado en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca en la especialidad de Nuevas Prácticas Culturales y Artísticas, obteniendo el Diploma de Estudios Avanzados (DEA), y al mismo tiempo trabajó durante dos años, con una beca de colaboración para alumnos de tercer ciclo, en el grupo de investigación Nuevas Metodologías en los Medios de Impresión Gráfica (NuMMIG).
Durante el curso académico 2017-2018 Alejandro Azón disfrutó de la beca que anualmente concede la Diputación Provincial de Zaragoza a artistas de la provincia para que desarrollen sus proyectos artísticos durante un año en la Casa de Velázquez. Académie de France à Madrid. Fruto de la misma es esta exposición. A su vez, este mismo año 2019 ha ganado el accésit (2º premio) del XXX Premio de Arte Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal, que concede también la Diputación de Zaragoza.
A lo largo de las obras expuestas, el artista reflexiona sobre la capacidad explicativa que los paisajes que el ser humano ha creado durante miles de años tienen sobre nuestra forma de ser y proceder ante el mundo. Para él, caminar se revela como un medio idóneo para cartografiarlos y descubrirlos en toda su magnitud y, a menudo, ese caminar le lleva hasta «objetos encontrados», objetos singulares con grandes capacidades simbólicas y metafóricas cuya poética le conduce a preservarlos del olvido mediante una singular técnica de representación pictórico-escultórica que suele acompañar de mapas y cartografías.